martes, 26 de mayo de 2009

La nave amarrada (los afectos del corazón)

San Francisco de Sales comparaba los peligros que tienen los afectos del corazón con este ejemplo:

El caso de una nave amarrada con una cadena a un poste de la orilla. Por más que el remero reme y reme la nave se queda ahí sin avanzar. Y decía: "lástima que algunas almas tan ricas en ejercicios de piedad, no pueden avanzar hacia el puerto de la perfección, porque están amarradas a la orilla por medio de un afecto sensible que les impide progresar en santidad, y por no cortar a tiempo un afecto indebido se quedaron paralizadas y no adelantaron en lo espiritual."



También, le gustaba repetir aquello que decía San Bernardo: "Alguien me dice que cultiva afectos sensibles indebidos y que sin embargo conserva la virtud de la castidad". -"Pues más le creo si me dice que hizo resucitar a un muerto"- Y contaba que un sencillo campesino a alguien que le decía que conservaba su castidad pero que mantenía relaciones muy afectuosas con personas de dudosa moralidad le respondió: "más le creería si me contara que ha visto a una vaca volando".

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