De Dios viene la sabiduría
Toda sabiduría viene del Señor, y con él permanece eternamente.
La arena de los mares, las gotas de las lluvias, los días de la eternidad, ¿quién las podrá contar?
La altura del cielo, la anchura de la tierra, la profundidad del abismo, ¿quién las podrá medir?
Antes que todo fue creada la sabiduría, la prudencia inteligente existe desde la eternidad.
La fuente de la sabiduría, ¿a quién fue revelada? Y sus recursos, ¿quién los conoce? Sólo hay un sabio, temible en extremo, que se sienta en su trono, y es el Señor.
(Sir 1: 1-8)
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