Estaba una zorra con mucha hambre, y al ver colgando de una parra unos deliciosos racimos de uvas, quiso atraparlos con su boca.
Mas no pudiendo alcanzarlos, se alejó diciéndose:
-- ¡ Ni me agradan, están tan verdes... !
La moraleja de la historia es que a menudo los seres humanos fingimos despreciar aquello que secretamente anhelamos y que sabemos inalcanzable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario